martes, 12 de mayo de 2009

Otro pinche 10 de Mayo

Sinceramente no fue mejor que el año pasado, con esto de influenza y lo asustado que estaba medio mundo fue un día medio gris.
Como a mi me choooooca ir a los restaurantes, celebré el día con mi hijo y mi familia materna... comida, visita de tías, abuela, un poco de esto, un tanto de aquello y listo! Otro pinche 10 de Mayo. Lo que en el fondo me animaba era que este año sería especial... por que en la escuela de Tiburcio Emiliano organizarían el Festival de día de las Madres.

Cuando era puberta y mis hermanos aún eran pequeños, me burlaba de ellos por que siempre se conmovían cuando cantaban en los Festivales del día de la Madres, las mamás lloraban a moco tendido y sostenian la lágrima Remy (ja ja ja), no lograba entender que esos detalles eran realmente significativos y pensaba que cuando a mi me tocará asistir a un Festival no iba a hacer ese tipo de cursilerias por que simplemente no iban conmigo.


Mi sorpresa fue el Lunes cuando lleve a Tiburcio a su escuela, me entregaron una circular en la que decía que por disposición oficial se supendían tooooodos los festejos (excepto el día del maestro, obvio). Pensé que quizá era lo mejor, al fin que a mi Tiburcio le daba por tener como pánico escénico y nos ahorrabamos todo el teatrito.
En la tarde cuando regrese a casa después del trabajo y regresé por mi Tiburcio Emiliano... mi día cambio. Mi tía que va a recogerlo a la escuela en lo que yo llegó a casa, lo tomó de la mano y le dijo que tenia que darme algo, esperé y cuando regresaba venía con toda su cara iluminada, una gran sonrisa, una flor y una tarjeta. La recibí y me dice:

Tibu: Mamá, yo pinte la tarjeta en la escuela
Mamá: Wow!!! que bonita, gracias...

Dentro de la tarjeta venía la canción que habían preparado para el Festival y un separador de libros, se acerca y concluye diciendo:

Tibu: Soy yo mamá, guapo!

En la tarjeta venia rayones con crayolas de muchos colores, y el separador de libros estaba pintado con acuarelas y adornado en el centro estaba la foto de mi Tibu. Fueron los regalos más simples que me han dado, pero sin duda los más valiosos y conmovedores. Mis hermanos que estaban ahí se burlaban ahora de mi y me decían que seguro iba a llorar... pero me aguante las ganas hasta que llegue a casa, vi dormir a Emiliano, pensé en lo mucho que ha crecido y en lo inmensamente feliz que nos hace al estar a nuestro lado.

Esos rayones, son los de mi Tibu!

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA!!!
otro pinche 10 de mayo?...mmm, veamos. Es cierto que no te agrada ir a los restaurantes que por aquello de la "influenzia" estaban vacios, es cierto que no te gusta como que festejar este día...pero lo mejor de este día es que Tibu lo puede hacer especial, con sus sonrisas y su amor incondicional te cambia hasta el día más gris y nublao...¿que no?

La bendición más grande que Jah nos pudo dar es ese hermosisimo hijo que tenemos, pero además; el ser capáz de llevar otra vida en tu interior por nueve meses y luego traerlo al mundo...wow!!! eso si que es una verdadera felicidad.

Jah te bendiga por siempre, Rastafary.

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